Tratado Internacional para Proteger y Restaurar la Madre Tierra
Tratado Internacional para Proteger y Restaurar la Madre Tierra
Preambulo
Nosotros, los miembros de la Familia Humana, hablando con una sola voz y guiados por las enseñanzas sagradas y las tradiciones espirituales de las Cuatro Direcciones, las cuales levantan, guían, protegen, advierten, inspiran y retan a toda la Familia Humana a vivir de maneras que sostengan y mejoren la vida humana y la vida de todos los seres que habitan la Madre Tierra, por medio del presente dedicamos nuestras vidas y energías a la sanación y desarrollo de nosotros mismos, de la red de relaciones que forman nuestro mundo y de nuestra forma de convivir con la Madre Tierra.
Los fundamentos espirituales de la cosmología indígena se basan en la comprensión ancestral de la unidad de todas las formas de vida. En este sentido, todos los miembros de la Familia Humana son parte del Círculo Sagrado de la Vida. Dado que todos los miembros de la Familia Humana somos parte del Círculo Sagrado de la Vida, todos somos Pueblos Indígenas de nuestra Madre Tierra.
Por consiguiente, cada ser humano es responsable del bienestar de los otros seres humanos y de todos los seres vivos que habitamos la Madre Tierra. Dado que todos los miembros de la Familia Humana somos parte del Círculo Sagrado de la Vida, todos somos Pueblos Indígenas de nuestra Madre Tierra. Por consiguiente, cada ser humano es responsable del bienestar de los otros seres humanos y de todos los seres vivos que habitamos la Madre Tierra.
Por lo tanto, ya sea que los estados nacionales, las corporaciones multinacionales o las diferentes agencias internacionales de desarrollo que nos rodean estén dispuestos o preparados para participar con nosotros en este momento, nuestros pueblos Indígenas y sus aliados en la Familia Humana están avanzando con dinamismo en la reconstrucción y reunificación de las Américas y el Mundo. Nuestras acciones y visión, guiadas por las leyes naturales y los principios rectores inherentes a nuestra cosmovisión indígena y orden legal, se basan en una base eterna y espiritualmente duradera:
1. Nosotros somos los portadores de las antiguas profecías y de una visión clara de un futuro de justicia y prosperidad colectiva para el Continente Americano y el Mundo, la cual estamos en el proceso de manifestar. La nueva civilización global en proceso de nacimiento, la cual fue prevista por nuestros Ancestros y el Anciano de los Días, respeta por completo las Leyes Naturales, los Derechos de la Madre Tierra y la Unidad y Diversidad de nuestra Familia Humana. Esta nueva primavera espiritual, prevista por nuestros Ancianos, se está gestando a nivel planetario, con la misma certeza de que el sol sale cada mañana.
2. Siempre hemos tenido una base espiritual fuerte, duradera e inquebrantable de valores culturales y principios rectores que nos han empoderado para sobrevivir y levantarnos, con mayor fuerza y sabiduría mas que nunca, a pesar de un largo y amargo invierno espiritual. A pesar de este largo invierno espiritual que estuvo muchas veces lleno de las más terribles crueldades, violencia, injusticia, abuso y genocidio físico y cultural, nunca hemos entregado a nadie nuestra inherente soberanía. A pesar de estos desafíos por tanto tiempo sufridos, un número cada vez mayor de nuestros parientes Indígenas se están despertando hacia su identidad espiritual y están sanando sus relaciones sagradas entre unos y otros, con todos los miembros de la Familia Humana y con la Madre Tierra a lo largo del Continente Americano y alrededor del Mundo.
3. Juntos, nuestros pueblos Indígenas y sus aliados en nuestra Familia Humana, tienen las capacidades culturales, espirituales, científicas, tecnológicas, sociales, ambientales, económicas y agrícolas necesarias para crear y reconstruir juntos nuestras Familias, Tribus y Naciones, con mayor fortaleza y unidad que nunca antes.
4. Nuestros Pueblos Indígenas de la Madre Tierra poseen un creciente capital social y económico colectivo además de vastos recursos naturales, para poder hacer realidad nuestros más grandes sueños y visiones. Con una creciente fortaleza colectiva, estamos dedicados a la protección, la preservación y la restauración de nuestra Amada Madre, como la herencia sagrada de todas las generaciones que están por venir.
Además, está absolutamente claro que estos recursos colectivos nos empoderan para convertirnos en una fuerza espiritual y económica primordial, no solo en las Américas, sino en toda la Madre Tierra. Estamos destinados a desempeñar un papel cada vez más significativo como líderes mundiales, exigiendo de forma juiciosa unas formas sostenibles y armoniosas de desarrollar los regalos y recursos de la Madre Tierra. Nos aseguraremos de que cualquier explotación de los recursos naturales de la Madre Tierra que no sea sostenible, sin importar las ganancias que conlleve, no se realizará. Nuestros lugares sagrados y la vida saludable de nuestra amada Madre Tierra no se venden ni se explotan a ningún precio.
5. Nosotros, los Pueblos Indígenas del Águila del Norte contamos con los recursos materiales para apoyar a nuestros parientes indígenas del Quetzal y del Cóndor del Sur en el desarrollo de sus recursos colectivos, como ellos lo decidan. Del mismo modo, el Quetzal y el Cóndor del Sur cuentan con recursos igualmente cruciales para compartir con el Águila del Norte. Nuestra mayor fortaleza es la capacidad de realizar plenamente nuestra unidad espiritual y cultural.
6. Mediante la utilización de las tecnologías emergentes de comunicación digital, así como de las tecnologías verdes, en armonía con nuestras vastas capacidades sociales, económicas, culturales y espirituales, manifestaremos un futuro de justicia social, ambiental y económica para todos los miembros de la Familia Humana y de nuestra amada Madre Tierra.
7. El principal desafío que se nos presenta como Pueblos Indígenas y como Familia Humana en la reconstrucción de las Américas y en el Mundo, es la falta de unidad, ocasionada por todas las formas de colonialismo, injusticia y genocidio, que propiciaron las Bulas Pontificias de 1452-1493, así como por la resultante Doctrina del Descubrimiento. El genocidio y la colonización, todavía en curso, han dado lugar a traumas intergeneracionales todavía no resueltos, así como a una opresión internalizada y a otras formas de sufrimiento e injusticia a nivel global. Estamos comprometidos justa y totalmente a reconocer, abordar y sanar, a través de todas las formas pacíficas y legales posibles, los extremos de riqueza y pobreza que deben ser eliminados, balanceados y armonizados.
A medida que avanzamos con valentía y prudencia, con mayor amor, compasión, justicia y unidad, nos vamos re-conectando con nuestros fundamentos espirituales y culturales duraderos e inquebrantables para la sanación, la reconciliación y la acción colectiva de Protección y Restauración de lo Sagrado, en toda la Madre Tierra. Con la plena realización de nuestros fundamentos culturales para la acción sabia, unificada, sin precedentes, y con una oración en nuestros labios, no cabe duda de que se desenvolverá con gracilidad nuestra victoria final en los lugares y tiempos indicados, como profetizaron nuestros Ancianos.
Con pleno conocimiento de estos inquebrantables fundamentos espirituales y culturales, nos dedicamos completamente nosotros mismos, y nuestros recursos, a realizar estas acciones unificadas y sin precedentes para parar el galopante cambio climático.
Artículos ~ Tratado Internacional Para Proteger y Restaurar La Madre Mierra
Artículo 1 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a Proteger y Restaurar lo Sagrado. A través de nuestras oraciones sagradas, nuestras canciones y nuestras antiguas profecías, haremos que tanto nosotros como nuestra Familia Humana recordemos que la Madre Tierra es nuestra fuente sagrada de vida, no un basurero sin límites para nuestros desperdicios que solo existe para satisfacer nuestro apetito por la dimensión material de la vida. Restaurar lo Sagrado implica preservar y proteger los sitios sagrados en todo el mundo y devolver a sus dueños legítimos las reliquias ancestrales, así como otros objetos sagrados que les fueron quitados. Nosotros les re-asignaremos a estos sitios y objetos sagrados sus propósitos culturales y espirituales originales.
Artículo 2 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos, como se ha prometido, a apoyar el surgimiento global de la Séptima Generación por medio de la promoción de la participación, el liderazgo y la sabiduría de la juventud en todos los procesos de toma de decisión que impacten la vida en la Madre Tierra.
Artículo 3 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a reducir el consumo. Esta reducción del consumo debe empezar en las naciones ricas, entre los adinerados y acomodados, para restaurar los valores de la simplicidad y la humildad. Nuestra Familia Humana puede gozar de vidas más felices y gratificantes con menos consumo del cuerpo y la energía de la Madre Tierra.
Artículo 4 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a proteger los derechos de las mujeres para estabilizar la población humana, que ha crecido más allá de la capacidad de la Madre Tierra para soportar, y nuestra población humana simplemente no puede seguir creciendo. Nuestros antiguos parientes sabían que sus comunidades debían adecuarse a su hábitat, y pusieron en práctica patrones naturales que permitieron que las familias extensas vivieran en equilibrio con la naturaleza. Hoy más de mil millones de humanos se levantan con hambre cada día y 10 millones de estos parientes mueren de hambre cada año. Debemos estabilizar la población de nuestra Familia Humana. Así mismo es indispensable asegurar que las mujeres en todas partes gocen de igualdad de derechos y sean respetadas. Donde quiera que las mujeres tienen derechos sobre su reproducción y donde la anticoncepción es libremente disponible, la tasa de natalidad disminuye. La educación universal, la justicia social y la justicia ecológica les permiten a las comunidades limitar el crecimiento de su población.
Artículo 5 Nosotros, los miembros de la familia humana, nos comprometemos a hacer la transición a fuentes de energía renovables y ecológicamente sostenibles y a cero residuos. Tomaremos todas las medidas pacíficas posibles para reducir, mitigar y eliminar las emisiones de combustibles fósiles de carbón, petróleo, gas y construir la infraestructura renovable de cero emisiones para energía solar, eólica e hidroeléctrica, donde sea aceptable y aprobada mediante un proceso de consentimiento libre, previo e informado. La conservación será una parte importante de cualquier transición de energía genuina, para lograr lo cual se usará la electricidad modesta y cuidadosamente, minimizando el consumo e inclusive eliminando cualquier proyecto de extracción de recursos naturales como el de las Arenas Bituminosas de Alberta.
Hacemos un llamado a los estados nacionales en todas partes de la Madre Tierra para que utilicen todos los medios posibles para apoyar la transición a la tecnología solar y otras fuentes de energía renovable probadas. Y pedimos a los estados nacionales que aumenten los impuestos al carbono y eliminen los subsidios a la industria del petróleo, y que utilicen estos fondos para subsidiar la investigación e instalación de energía renovable.
Artículo 6 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a restaurar la función ecológica natural a escala planetaria, revirtiendo la pérdida de bosques, arrecifes coralinos, humedales y otros ecosistemas productivos. Replantar, restaurar y proteger los bosques silvestres para proveer la diversidad biológica que las distintas especies naturales necesitan para volver a crecer, y para suministrar a las comunidades humanas materiales y energía para llevar vidas modestas conectadas a sistemas vivientes y productivos.
Para lograr esto, requerimos de un cambio de paradigma económico desde el crecimiento y la extracción a la preservación de lo que es la riqueza verdadera: nuestros ecosistemas naturales. En lugar de hacer un intento de monetizar la naturaleza, debemos hacer lo opuesto y naturalizar la economía.
Artículo 7 Nosotros, los miembros de la familia humana, nos comprometemos a permitir solo la agricultura orgánica y tradicional al poner fin a los métodos de agricultura industrial que han destruido suelos, propagado toxinas y dañado nuestros ecosistemas planetarios. Para los pueblos indígenas, la agricultura orgánica es agricultura convencional. A través de nuestros métodos de cultivo, también apuntamos a proteger y restaurar la biodiversidad en nuestros ecosistemas planetarios, con especial énfasis en la protección de semillas orgánicas de la manipulación de OGM y cualquier otra forma de manipulación genética.
Artículo 8 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a construir una sólida infraestructura de transporte público para eliminar el uso excesivo de coches y restaurar los sistemas de transporte público eficientes, incluyendo tranvías y trenes ligeros y eléctricos. Reconstruiremos nuestras comunidades de manera que las personas puedan satisfacer sus necesidades caminando o montando en bicicleta.
Artículo 9 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a promover la paz, entendiendo que la guerra es la mayor consumidora de petróleo y energía, el fenómeno que más contribuye a la destrucción ecológica y la fuerza más destructiva de la Familia Humana. La guerra beneficia solo a los poderosos, los ricos y la industria de las armas.
Haremos de la paz una prioridad global, rehusamos financiar maquinarias de guerra, rehusamos participar en actividades bélicas y dejaremos de glorificar la guerra. Hacemos un llamado para eliminar la industria de armas que vive de la miseria de las víctimas, quienes se encuentran entre nuestros parientes.
Mediante la plena realización de la conciencia espiritual de la Unidad de la Familia Humana, la eliminación de todas las formas de prejuicio, la eliminación de todo lo que haga que un ser humano o una sociedad se sienta superior y tenga derecho a oprimir a otro, se logrará la Paz Mundial.
Artículo 10 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a restaurar, promover y proteger los derechos de los Pueblos Indígenas. De manera consistente, las economías industriales han empujado de sus tierras productivas a los indígenas. A través de la restauración de los derechos de todas las comunidades indígenas, de hecho, de todos los Miembros de la Familia Humana que saben cómo vivir en armonía con la naturaleza, tomamos un paso importante hacia la sanación de nuestra Madre Tierra.
Este paso adelante incluye la plena aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, con especial énfasis en el principio del consentimiento libre, previo e informado.
Artículo 11 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a limpiar y desarrollar los depósitos de residuos tóxicos. Todos los estados nacionales y las corporaciones multinacionales responsables de generar residuos tóxicos, incluyendo desechos nucleares, de petróleo, químicos, agrícolas y cualquier otro residuo tóxico, deben de inmediato elaborar y aplicar un plan global para que en 2020 se hayan eliminado esas toxinas de los ecosistemas, de la tierra y del agua.
Artículo 12 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, al darnos cuenta de que la plena igualdad de mujeres y hombres es un prerrequisito para la paz, nos comprometemos a hacer realidad la igualdad de género universal. La negación de dicha igualdad es una injusticia en contra de la mitad de la población del mundo y promueve actitudes y hábitos perjudiciales entre los hombres, desde el ámbito familiar hasta el laboral, en la vida política y en las relaciones internacionales.
A fin de cuentas, cualquier discriminación de género, incluyendo la violencia de género, conduce directamente a una relación destructiva con la Madre Tierra. No hay ningún fundamento, ya sea moral, práctico o biológico, que justifique dicha discriminación. Solo cuando las mujeres y los hombres colaboren en igualdad de condiciones, en todos los campos del empeño humano, podremos crear el clima moral y psicológico para alcanzar una paz internacional plena.
Artículo 13 Nosotros, los miembros de la familia humana, nos comprometemos a facilitar la toma de decisiones y el liderazgo que siga siendo beneficioso durante siete generaciones en el futuro, una política que los pueblos indígenas conocen como toma de decisiones de las "Siete Generaciones".
En las Tradiciones de Ihanktonwan Dakota, el poste decimotercer del tipi es el poste de las mujeres, alrededor del cual se envuelve firmemente la piel o la lona. Después de erigir los primeros doce postes, se coloca el decimotercer poste y la piel del tipi se desenvuelve alrededor de los demás, cubriendo todo. Sin este poste, por supuesto, no hay refugio.
La evidencia científica muestra que la contaminación tóxica de la cultura industrial está envenenando los vientres de la mujer, infectando a nuestras generaciones futuras, causando enfermedades, diabetes, discapacidades congénitas, cánceres y violencia química. Estas toxinas están rompiendo el decimotercer poste, dañando a nuestras mujeres y a todas las mujeres, poniendo en peligro a los niños por nacer para que no haya una séptima generación. Tomar decisiones para generar dinero en lugar de mantener la salud de todos los miembros de nuestra Familia Humana es lo opuesto a la toma de decisiones de la Séptima Generación.
Artículo 14 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a establecer y mantener los Santuarios Marinos Bioregionales a lo largo de la Madre Tierra, tan pronto como sea posible.
Los Santuarios Marinos Bioregionales son áreas de Tierra, Agua y Aire donde las poblaciones naturales de animales son protegidas y restauradas a más del 50% de los niveles históricos, tan pronto como sea posible, y la calidad del agua y los niveles de biomasa de los bosques son preservados y restaurados a muy altas concentraciones. Los límites de los Santuarios Marinos Bioregionales corresponden a accidentes naturales tales como la topografía de las cuencas fluviales, tipos de vegetación, plataformas continentales y sus márgenes. Se incluyen todos los ríos, arroyos, lagos, estuarios y acuíferos.
Artículo 15 Nosotros, los miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a eliminar la explotación de nuestros hermanos animales. A pesar de que la agricultura animal es el principal emisor de metano del mundo, su papel en el cambio climático ha sido ignorado en gran medida durante las conferencias sobre el clima. Además, la demanda creciente de la crianza de animales para el consumo humano está llevando a la destrucción tanto de nuestros bosques pluviales como de la tierra rural que muchos de nuestros hermanos y hermanas consideran su hogar, causando violaciones a los derechos humanos, pobreza y violencia. Consideraremos responsables por estas tragedias tanto a la ganadería industrial como a los gobiernos que la cobijan con legislación permisiva, y así desempeñamos nuestro papel de proteger la Madre Tierra para que no sufra mayor destrucción.
Artículo 16 Nosotros, los Miembros de la Familia Humana, nos comprometemos a responsabilizar a los gobiernos y corporaciones de hacer progreso genuino para resolver el creciente desafío del Cambio Climático.
La historia nos dice que después de 21 años de conferencias sobre el clima, los gobiernos y las corporaciones no han logrado nada para resolver el desafío climático y de hecho han subsidiado la industria de la energía petrolera, que incrementa el cambio climático.
Aunque responsabilizamos a los gobiernos y a las corporaciones de hacer un progreso genuino, no dependeremos de ellos para restaurar la armonía y el equilibrio de la vida. La mayor parte del trabajo para proteger y restaurar lo sagrado de la vida permanece en cada uno y en todos nosotros.
Hacemos un llamado a todos los miembros de nuestra Familia Humana de la Madre Tierra, incluidos todos los niveles de gobiernos no indígenas e indígenas, organizaciones ciudadanas, empresas, sindicatos, organizaciones no gubernamentales y terceros a reconocer, apoyar y defender este Tratado Internacional para Proteger y restaurar la Madre Tierra. Lo invitamos a manifestar su compromiso firmando el Addendum a este Tratado Internacional.
Firmado por Líderes Indígenas de todas las Américas, Indonesia y otros aliados de nuestra familia humana, 22 de Abril, Día de la Madre Tierra, 2016, Ciudad de Nueva York, Nueva York.
Reafirmado por Líderes Indígenas y Aliados de todas las Américas y alrededor de la Madre Tierra, en El Día Que No Será Seguido Por La Noche, 22 de Diciembre de 2020.
The Four Worlds International Institute Contactar con el autor de la petición